martes, 6 de julio de 2010

REALISMO FOTOGRÁFICO

(Peter Burke - Visto y no visto, el uso de la imagen como documento histórico)

Desde una fecha muy temprana de la historia de la fotografía, el nuevo medio fue estudiado como auxiliar de la historia. En una conferencia pronunciada en 1888, por ejemplo, George Francis invitaba a coleccionar sistemáticamente fotografías por considerarlas "la mejor representación gráfica posible de nuestras tierras, de nuestros edificios y de nuestros modos de vida». El problema que se plantea al historiador es si se debe prestar crédito a esas imágenes y hasta qué punto debe hacerse. A menudo se ha dicho que «la cámara nunca miente». Pero en nuestra «cultura de la instantánea», que lleva a tantos de nosotros a grabar películas de nuestra familia o de nuestras vacaciones, sigue viva la tentación de tratar la pintura como el equivalente de esas fotografías y, en consecuencia, de esperar que tanto historiadores como artistas nos ofrezcan representaciones realistas. De hecho es posible que nuestro sentido del conocimiento histórico haya sido modificado por la fotografía. Como dijo en cierta ocasión el poeta francés Paul Valéry (18.71-1945), nuestros criterios de veracidad histórica nos llevan incluso a plantearnos la siguiente cuestión: «¿Podría haber sido fotografiado tal o cual hecho, del mismo modo que ha sido contado?" Los periódicos llevan mucho tiempo utilizando la fotografía como testimonio de autenticidad. Al igual que las imágenes televisivas, esas fotografías suponen una gran aportación a lo que el critico Roland Barthes (1915-1980) llamaba el «efecto realidad". En el caso de las viejas fotografías de ciudades, por ejemplo, sobre todo cuando se amplían hasta llenar toda una pared, el espectador llega a experimentar la vívida sensación de que, si quisiera, podría meterse en la foto y ponerse a caminar por la calle.' El problema que plantea la pregunta de Valéry es que implica una
contraposición entre la narración subjetiva y la fotografía «objetiva" o «documental". Esta opinión la comparte mucha gente, o al menos así solía ocurrir. La idea de objetividad, planteada ya por los primeros fotógrafos, venía respaldada por el argumento de que los propios objetos dejan una huella de sí mismos en la plancha fotográfica cuando ésta es expuesta a la luz, de modo que la imagen resultante no es obra de la mano del hombre, sino del «pincel de la naturaleza ». En cuanto a la expresión «fotografía documental», empezó a emplearse en los Estados Unidos durante los años treinta (y poco después se acuñaría la expresión «película documental») , para designar las escenas de la vida cotidiana de la gente sencilla, sobre todo los más pobres, vistas a través de la lente de, por ejemplo, Jacob Riis (1849-1914), Dorothea Lange (1895-1965), o Lewis Hine (18741940), que estudió sociología en la universidad de Columbia y calificó su obra de «fotografía social»(...)

1 comentario:

  1. Barthes puro sabe de semiologia por lo mismo el aporte de " efecto realidad"... y estoy de acuerdo con ello..
    mmm ......nunca va a ser igual el relato a la imagen..
    ... wouw buen tema digno de discutir....
    la imagen habla mas q las palabras..dicen por ahi...
    jaja saludos...

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