Benjamin piensa la modernidad capitalista como un sueño colectivo del que es necesario despertar. En sus palabras: “el capitalismo fue un fenómeno natural que cubrió Europa como un nuevo sueño que trajo consigo la reactivación de poderes míticos” (citado en Buck-Morss 1989:298. cf. p. 279). Por ello, estudiando la modernidad “se propone abrir una perspectiva histórica en el análisis de las correspondencias que existen entre el moderno mundo de la técnica y el arcaico mundo simbólico de la mitología” (Ibarlucía 1998:18).
En El surrealismo. La última instantánea de la inteligencia europea, Benjamin destaca que la superación creadora de la iluminación religiosa no se encuentra en los estupefacientes experimentados en el movimiento surrealista sino “en una iluminación profana de inspiración materialista, antropológica, de la que el haschisch, el opio u otra droga no son más que escuela primaria” (Benjamin 1969:46). Esto supone transformar, a través de la política, la mirada histórica de lo que ya ha sucedido. De tal manera, el objetivo de Benjamin “era destruir la inmediatez mítica del presente, no insertándola en un continuum cultural que afirma el presente como su culminación, sino descubriendo aquella constelación de orígenes históricos que tiene el poder de hacer explotar el ‘continuum’ de la historia” (Buck-Morss 1989:14).
Porque “ningún hecho es ya histórico por ser causa. Llegará a serlo póstumamenteva través de aquellos datos que muy bien pueden estar separados de él por milenios” (Benjamin 1940:191). El conocimiento histórico se convierte en el único antídoto contra el estado de ensoñación en que vive la conciencia en la era de la industria cultural. Ensoñación que se materializa en la cultura de masas como “re-encantamiento del mundo social” y “reactivación de los poderes míticos” (cf. Buck-Morss 1989:280).(Daniel H. Cabrera)
domingo, 18 de julio de 2010
lunes, 12 de julio de 2010
PAUL VALÉRY, Pièces sur l’art (“La conquête de l’ubiquité”).
“En un tiempo muy distinto del nuestro, y por hombres cuyo poder de acción sobre las
cosas era insignificante comparado con el que nosotros poseemos, fueron instituidas
nuestras Bellas Artes y fijados sus tipos y usos. Pero el acrecentamiento sorprendente
de nuestros medios, la flexibilidad y la precisión que éstos alcanzan, las ideas y
costumbres que introducen, nos aseguran respecto de cambios próximos y profundos
en la antigua industria de lo Bello. En todas las artes hay una parte física que no puede
ser tratada como antaño, que no puede sustraerse a la acometividad del conocimiento
y la fuerza modernos. Ni la materia, ni el espacio, ni el tiempo son, desde hace veinte
años, lo que han venido siendo desde siempre. Es preciso contar con que novedades
tan grandes transformen toda la técnica de las artes y operen por tanto sobre la
inventiva, llegando quizás hasta a modificar de una manera maravillosa la noción
misma del arte.”
cosas era insignificante comparado con el que nosotros poseemos, fueron instituidas
nuestras Bellas Artes y fijados sus tipos y usos. Pero el acrecentamiento sorprendente
de nuestros medios, la flexibilidad y la precisión que éstos alcanzan, las ideas y
costumbres que introducen, nos aseguran respecto de cambios próximos y profundos
en la antigua industria de lo Bello. En todas las artes hay una parte física que no puede
ser tratada como antaño, que no puede sustraerse a la acometividad del conocimiento
y la fuerza modernos. Ni la materia, ni el espacio, ni el tiempo son, desde hace veinte
años, lo que han venido siendo desde siempre. Es preciso contar con que novedades
tan grandes transformen toda la técnica de las artes y operen por tanto sobre la
inventiva, llegando quizás hasta a modificar de una manera maravillosa la noción
misma del arte.”
viernes, 9 de julio de 2010
La palabra (Rojas)
Un aire, un aire, un aire,
un aire,
un aire nuevo:
no para respirarlo
sino para vivirlo.
un aire,
un aire nuevo:
no para respirarlo
sino para vivirlo.
Parra
"La poesía morirá si no se la ofende, hay que poseerla y humillarla en público. Después se verá lo que se hace"
martes, 6 de julio de 2010
(...)
La reforma de la conciencia solamente consiste en despertar
al mundo... del sueño [que sueña] sobre sí mismo
K. Marx
Cada época no sólo sueña la siguiente, sino que
soñadoramente apremia su despertar. Lleva en sí misma su
final y lo despliega –según Hegel- con argucia
W. Benjamin
al mundo... del sueño [que sueña] sobre sí mismo
K. Marx
Cada época no sólo sueña la siguiente, sino que
soñadoramente apremia su despertar. Lleva en sí misma su
final y lo despliega –según Hegel- con argucia
W. Benjamin
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