sábado, 11 de junio de 2011

appétit


Hoy vi a un perro decirle a un gato, que la vida era solo un paso. Que hoy podrías comer feliz, y que mañana sin razón alguna podrías morir para ser polvo y quedarte ahí:
solo
triste
angustiado
cabizbajo
respirando la tierra con los brazos contra el pecho, con las rodillas dobladas, con las piernas dormidas, esperando algún día encontrar la respuesta del porqué; los gusanos comen tu carne y no tus huesos.

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